ORIGEN
La Thelaziosis ocular canina está catalogada como una enfermedad emergente en Europa.
Está originada por la Thelazia callipaeda un nematodo parásito, a veces denominado “gusano ocular” o “gusano ocular oriental” por su distribución tradicional en Asia oriental (China, Corea del Norte y del Sur, Japón, Indonesia, Tailandia e India), donde la infección es endémica.
Esta especie es la causa más frecuente de thelaziosis en humanos, perros y gatos.
Fue descubierta por primera vez en los ojos de un perro en China en 1910.
Ya en el año 2000 se habían descrito más de 250 casos humanos en la literatura médica. En Europa, se han descrito casos en Italia, Alemania, Francia, España y más recientemente, en Croacia y Serbia.
Los adultos de todas las especies de Thelazia descubiertas hasta ahora habitan los ojos y los tejidos asociados (como los párpados y los conductos lagrimales) de varios mamíferos y aves, incluidas las personas. Aunque se han descrito 16 especies de Thelazia, solo se ha informado que tres de ellas infestan a personas, y solo siete se informan con frecuencia en contextos veterinarios.
EL PARÁSITO
La Thelazia callipaeda pertenece al Reino Animalia, Phylum Nematoda, Clase Chromadorea, Orden Rhabditida, Suborden Spirurida, Infraorden Spiruromorpha, Superfamilia Thelazioidea, Familia Thelaziidae, Género Thelazia.
Los cánidos salvajes y domésticos se consideran los principales hospedadores definitivos para Thelazia callipaeda. La infección por Thelazia callipaeda se ha descrito no solo en perros y gatos, sino también en zorros rojos (Vulpes vulpes), lobos grises (Canis lupus), martas de haya (Martes foina), liebres marrones (Lepus europaeus) y gatos silvestres (Felis silvestris). En la Península Ibérica, se detectó thelaziosis causada por T. callipaeda en zorros rojos y conejos salvajes.
DISTRIBUCIÓN
En España, el primer caso autóctono de thelaziosis ocular se informó en 2010 en un perro que había pasado algunas semanas en la región de La Vera (Cáceres). Después de otros casos reportados de thelaziosis canina en esta región, el área geográfica ahora se considera endémica para la thelaziosis canina.
Las prevalencias registradas en perros de La Vera y áreas limítrofes como en las provincias de Salamanca, Ávila y Toledo se han estimado en alrededor del 40%. En 2012 se detectó el primer caso de thelaziosis felina en La Vera.
Hoy día su distribución se ha extendido a varias provincias de España, en Madrid ya se han encontrado perros y gatos con Thelazia.

Los primeros casos humanos de esta enfermedad zoonótica se describieron en Italia y Francia. Aunque las personas son hospedadores finales accidentales en los cuales las larvas de la tercera etapa pueden convertirse en adultos, pero sin efectos epidemiológicos sobre la transmisión del parásito. Esto es así porque las personas, a diferencia de los animales, informan de su presencia y se eliminan los parásitos, evitando la interrupción de la transmisión.
TRANSMISOR DE LA ENFERMEDAD
La distribución geográfica de esta infección está relacionada con la mosca de la fruta Phortica variegata (Drosophilidae: Steganinae). que actúa como su vector y hospedador intermediario.
Esta mosca de la fruta se alimenta de frutas y otros vegetales en fermentación, aunque los machos muestran un comportamiento zoofílico. Phortica variegata y Phortica okadai han sido descritas como vectores de Thelazia callipaeda en Europa y China, respectivamente.
En condiciones experimentales, tanto los machos como las hembras pueden actuar como vectores de Thelazia callipaeda, pero en condiciones naturales, solo se ha observado que los machos transmiten larvas infecciosas de tercera etapa (L3) al hospedador definitivo en el que se encuentra el helminto adulto. Aunque P. variegata es el principal vector candidato para T. callipaeda en países europeos, se cree que otras especies como Phortica semivirgo también intervienen en la transmisión de este gusano ocular.
En los tejidos oculares o perioculares del hospedador definitivo y en el útero de las hembras los huevos de Thelazia callipaeda se convierten en larvas de primera etapa (L1). Las hembras de Thelazia depositan las larvas, que todavía se encuentran envueltas en las membranas del huevo, en las lágrimas del hospedador. Las moscas al alimentarse de lágrimas ingieren estas larvas.
Una vez dentro de la mosca, las larvas L1 «eclosionan» de la membrana del huevo transformándose en larvas L2 que penetran la pared intestinal de las moscas alcanzando la cavidad interna (hemocele). Ahí permanecen durante 2 días. Más tarde invadirán el cuerpo o los testículos de las moscas. En estos tejidos las larvas se convierten en larvas de tercera etapa (L3). La larva L3 migra a las cavidades bucales de la mosca.
Las moscas, al alimentarse de las lágrimas de un nuevo hospedador liberarán en el ojo estas larvas L3, ya en el ojo, el párpado, las glándulas lagrimales o los conductos lacrimales del hospedador, las larvas L3 se desarrollan a través de la etapa larvaria L4 y se convierten en adultos en aproximadamente 1 mes. En estos lugares pueden sobrevivir durante más de un año.
En el hospedador definitivo, Thelazia se ha encontrado en varios tejidos de la órbita ocular, incluso dentro de los párpados, en las glándulas lacrimales, los conductos lacrimales, en la membrana nictitante o en el globo ocular.
MORFOLOGÍA DE LAS THELAZIAS
Los adultos de Thelazia tienen aspecto filiforme y coloración blanquecina. Las hembras son de mayor tamaño que los machos, llegando a medir entre 6 y 17 mm de longitud y 0,3-0,85 mm de diámetro. Ambos se caracterizan por tener un extremo bucal sin labios. Presentan una cutícula con estriaciones transversales que recubre todo el cuerpo, la cual les da un aspecto aserrado.

En las hembras, la vulva se localiza en la región anterior, y en el interior del útero de las hembras fecundadas se puede observar la presencia de larvas con una cubierta membranosa. El extremo distal de las hembras, donde se localiza la cloaca, es romo y recto, a diferencia de los machos, que presentan cinco pares de papilas postcloacales largas en posición ventral y papilas más pequeñas en posición subventral, y se caracterizan por presentar una curvatura en su extremo caudal, donde se localiza el órgano copulador.
¿Cómo afecta al ojo?
Cuando la infección es pequeña no tiene por qué producir síntomas. Pero si el número de gusanos es mayor, al desplazarse por la superficie ocular producen irritación que se traduce en los siguientes síntomas:
- Conjuntivitis.
- Lagrimeo, ojos llorosos (epífora).
- Leve blefarospasmo (cierran un poco el ojo afectado).
- Opacidad corneal.
- Picor (por las úlceras que se pueden formar).
- Legañas amarillas/verdosas (por infecciones secundarias de origen bacteriano).

En algunos casos, el único síntoma es la presencia del helminto que dificulta la visión del hospedador. El cuadro clínico producido es principalmente el resultado del daño mecánico en el epitelio conjuntival y corneal causado por la cutícula serrada del helminto a nivel ocular y por la presencia de los nematodos adultos que habitan en el saco conjuntival.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se realiza al encontrar los helmintos adultos en el ojo o los tejidos circundantes, identificándolo mediante examen morfológico.
Los métodos moleculares (PCR, seguido de secuenciación del gen de la citocromo c oxidasa subunidad 1 -cox1- mitocodrial, pueden emplearse con adultos o larvas para la confirmación e identificación de especies.
TRATAMIENTO
La thelaziosis es una de las pocas infecciones por nematodos que se pueden tratar por vía tópica, debido a que viven en la superficie mucosa.
Se tratan simplemente extrayendo los helmintos mediantes lavados con suero salino y bastoncillos. El veterinario instilará unas gotas de un colirio anestésico y se podrán visualizar y extraer manualmente los parásitos.
Se recomienda el uso de moxidectina tópica o sistémica, milbemicina oral (mantener la administración mensual como profilaxis) y la ivermectina.
PRONÓSTICO
El pronóstico de la thelaziosis ocular canina es excelente, siempre y cuando se eliminen todos los helmintos y no haya complicaciones como la presencia de ulceraciones profundas.
PREVENCIÓN
La prevención contra la thelaziosis canina puede realizarse mediante la administración mensual de milbemicina oxima, aunque también se puede usar combinándola con afoxolaner.
Debido a que la mayoría de las especies de Thelazia, si no todas, se transmiten por las moscas, la eliminación de moscas también reducen la propagación de la thelaziosis.
