Definición
Llamamos criptorquidia a la ausencia de uno o más testículos de la bolsa escrotal. Estos testículos no descendidos vamos a encontrarlos en el abdomen, en el canal inguinal o a nivel subcutáneo en la zona de la ingle.
Es la alteración más frecuente del desarrollo sexual del macho, afectando al 13% de ellos.
En el macho, los testículos deben estar en la bolsa escrotal a las 8 semanas de vida.
El diagnóstico de esta alteración se realiza por palpación de la bolsa escrotal.
Producción
Después del nacimiento, los testículos descienden al escroto, donde la temperatura es menor que la temperatura corporal del animal, esto es necesario para la correcta función de los testículos. En perros, ambos testículos deben estar situados en el escroto hacia los dos meses de edad. Puede retrasarse en algunas razas, pero raras veces ocurre después de los 6 meses de edad.
los testículos no descendidos, están sometidos a una temperatura mayor a la adecuada y tienen una alta tendencia a desarrollar tumores.
Se trata de una alteración heredable y que pueden transmitir tanto la hembra como el macho.
Los animales con criptorquidia bilateral son infértiles, mientras que los que tienen criptorquidia unilateral suelen ser fértiles. Esta anormalidad puede ocurrir en cualquier raza de perro, pero las razas toy y miniatura tienen un riesgo mayor.
La presentación unilateral es más común que la bilateral, y es el testículo derecho el que tiene el doble de probabilidad de no descender.
Puesto que se transmite genéticamente es recomendable no cruzar los perros con este problema. Hay ciertas razas de perros más predispuestas: Caniche, Yorkshire, Teckel, Maltés, Boxer, Pequinés, Schnauzer miniatura.
Sintomatología
En principio la criptorquidia no produce ningún síntoma, rara vez se relaciona con dolor o cualquier otro signo de enfermedad, pero los perros con criptorquidia tienen mayor riesgo de neoplasia testicular, al estar sometidos a una temperatura mayor a la adecuada, que los perros normales (aproximadamente 13.6 veces mayor). En base a esto, se recomienda esterilizar los perros criptórquidos antes de llegar a los cuatro años de edad.
Estos tumores pueden ser muy evidentes cuando se encuentran en la ingle o el canal inguinal y son más difíciles de detectar, cuando se encuentran en el abdomen.
También existe el peligro de torsión de los testículos situados en el abdomen, por lo que ante cualquier síntoma de dolor abdominal en el perro es importante la realización de una ecografía.
Prevención
La única medida de prevención posible sería una adecuada selección de padres para cruzar sólo aquéllos que no transmiten el defecto. Esto, sin embargo, tampoco supone una garantía absoluta.
Tratamiento
El único tratamiento posible consiste en la extirpación de, al menos, el testículo no descendido. Puesto que se trata de un defecto que se transmite a la descendencia, se aconseja la esterilización del macho para evitar que el problema se transmita a la descendencia.