Evaluando la salud de nuestro propio animal de compañía.

Es importante saber reconocer los primeros signos o síntomas de una enfermedad en nuestro perro o gato.

La mayoría de los trastornos médicos más comunes no son reconocidos del todo por sus propietarios o responsables (por ejemplo acumulación de sarro dental y erosión gingival) o su tratamiento se retrasa hasta que el animal tiene una enfermedad muy avanzada.

Nosotros, los veterinarios, debemos enseñaros a reconocer estos cambios en la salud de forma temprana.

Un modo fácil de recordar cómo examinar al animal por el propietario es la prueba «COODDP». Este acrónimo representa una manera de evaluar cambios significativos en la actividad o en la apariencia física del animal que os pondrá en aviso tanto de un problema leve común, como de posibles problemas más serios de salud, evitando de este modo las consecuencias de un retraso en el diagnóstico y por ende en su tratamiento.

C de Comportamiento (¡Conoce a tu mascota!)

Los propietarios debéis ser conscientes de que los cambios sutiles en el comportamiento de vuestro animal de compañía pueden ser el primer signo de una enfermedad subyacente. Algunos de estos cambios, tales como la reducción o ausencia de apetito asociado a pérdida de peso, aumento en el consumo de agua, frecuente necesidad de orinar o defecar, agresividad inexplicada, desgana para jugar, dificultad para permanecer de pie o lamido persistente de la piel (particularmente en una zona), pueden indicar signos tempranos de enfermedades serias. Es frecuente que estos cambios lleven al veterinario a realizar una exploración física completa y un perfil analítico.

O de Ojos

La asimetría de los ojos y los párpados (lo que denota dolor o lesión) es tan importante como las alteraciones en el color del ojo (cataratas, hemorragia intraocular) o la acumulación de secreciones mucosas alrededor o en los párpados. Se considera que aquellas mascotas en las que el pelo recubre los ojos tienen mayor riesgo de tener enfermedades oculares graves debido a un diagnóstico tardío. Es esencial hacer evaluaciones frecuentes de ambos ojos para evaluar la existencia de signos de irritación (enrojecimiento).

O de Oídos

Vosotros los propietarios debéis estar alerta sobre los signos que pueden indicar una enfermedad del oído:

  • Inclinación de la cabeza.
  • Rascado.
  • Dolor a la manipulación de las orejas.
  • Erosiones en las orejas.
  • Decoloración.
  • Secreciones.
  • Mal olor.

Si el pabellón auditivo externo cuelga por encima del oído, debéis elevarlo para poder mirar bien. Hay que evitar la inserción de cualquier instrumento o fármaco dentro del oído del animal a menos que se os haya prescrito específicamente.

D de Dientes (y encías)

La relación entre halitosis y enfermedad dental/gingival es importante, estas enfermedades suelen pasarse por alto fácilmente si los dientes no son examinados de una forma regular. Os recomendamos que levantéis periódicamente el labio de vuestro animal y examinéis visualmente los dientes buscando evidencias de dientes dañados o con alteraciones en el color.

Es suficiente evaluar la apariencia de la superficie labial de los dientes y de la encía una o dos veces al año. Cuidado al examinar los dientes de los gatos por el riesgo de mordeduras.

D de Dedos (y uñas)

La mayoría de los propietarios no sois conscientes de cuándo y cómo examinar las uñas de vuestro animal. Mientras los gatos mudan sus uñas periódicamente y, por lo general no precisan cortarse (salvo cuando son mayores que las uñas pueden clavarse en la almohadilla). Las uñas de los perros sedentarios que viven en espacios cerrados precisan de una atención mensual.

Es importante que les escuchéis mientras caminan en casa sobre una superficie sólida, ya que pueden resistirse a los intentos de manipulación y examen de las patas. Si podéis oír las uñas de vuestro perro golpear el suelo a medida que camina es que le conviene un recorte de uñas.

Si queréis cortarle las uñas vosotros mismos tened en cuenta que existen posible riesgos al realizar esta maniobra aparentemente simple, como dolor y sangrado, resistencia agresiva e incluso mordeduras. Debéis aprender a realizarlo de forma segura y haceros con el equipamiento necesario, vuestro veterinario os puede enseñar.

P de Piel (y pelo)

La variedad en el tipo de pelaje y la longitud y densidad de la piel es uno de los exámenes que hay que realizar con frecuencia.

La piel es el órgano más extenso del cuerpo y los trastornos serios pueden desarrollarse durante varias semanas o meses antes de que lleguen a ser evidentes. Esto se cumple especialmente en gatos y perros de pelo largo y espeso.

Recomendamos un cepillado de rutina, beneficioso para todos los perros y gatos y un baño de forma ocasional.

Debéis palpar meticulosamente la piel y el pelaje de forma sistemática. Una técnica para facilitar el examen es situarse detrás del animal, empezando por la cabeza y palpando con una mano alrededor de cada oreja, continuando con los dedos hacia atrás desde la cabeza hacia la cola, masajeando suavemente al animal y palpando la superficie de la piel completa sobre el tórax y el abdomen. Después suavemente se toma una pata con una mano al tiempo que, con la otra, se masajea la extremidad desde el punto más cercano al cuerpo hasta los dedos.

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