Posición de la Asociación Mundial Veterinaria respecto a la rabia trasmitida por perros
Antecedentes: La rabia causa aproximadamente 74.000 muertes humanas anualmente en todo el mundo. Más del 95% de dichas muertes se debe al contacto con perros infectados por el virus de la rabia y la mayoría de víctimas (60%) son niños. La vacunación frente a esta enfermedad en perros rompería el ciclo de transmisión del virus del perro al hombre y salvaría las vidas de cientos de miles de personas en todo el mundo.
Para conseguir un nivel adecuado de protección frente a la rabia a nivel nacional, es necesario asegurarse de que al menos el 70% de los perros del país estén vacunados y que todas las víctimas de mordedura de perro tengan acceso inmediato a una profilaxis post exposición (PEP). Por otro lado, para mantener un nivel de protección apropiado frente a la rabia, se deben utilizar varias herramientas adicionales, incluyendo una adecuada valoración del riesgo, vigilancia, detección precoz y control de la enfermedad en animales salvajes.
Posición de la Asociación Mundial Veterinaria (WVA)
- La Asociación Mundial Veterinaria (WVA) apoya el punto de vista de que la rabia transmitida por perros es una enfermedad completamente prevenible y los veterinarios tienen un papel clave en la eliminación de este riesgo tanto para la salud humana como para la salud y el bienestar animal.
- La WVA reconoce la importancia de la política de “Una Salud” para controlar la rabia, contando con los principales implicados y trabajando en comunidad.
- La WVA anima al establecimiento de una barrera efectiva para evitar la trasmisión de la rabia entre animales y de éstos a los humanos, instaurando programas efectivos de vacunación de perros y gatos.
- La WVA fomenta el establecimiento de programas efectivos de esterilización de animales de compañía y perros y gatos vagabundos, como medio para reducir la superpoblación de animales que pueden ser reservorio del virus de la rabia.
- La WVA anima a todos los países a poner en práctica un sistema de detección precoz e implementar normativas de prevención y control de la rabia, que incluyan procedimientos efectivos para la importación en países o áreas libres de rabia.
- La WVA anima a todos los países a incluir la rabia dentro de la lista nacional de enfermedades de declaración obligatoria y poner en práctica un sistema efectivo de vigilancia y prevención de la enfermedad.
- La WVA anima a todos los países a adoptar los estándares de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y sus recomendaciones para el fomento de la tenencia responsable entre los propietarios de mascotas, lo que puede reducir significativamente el número de perros abandonados y la incidencia de mordeduras de perro y enfermedades zoonóticas, especialmente la rabia.
- Las campañas de vacunación masiva, en mayor medida que las de control de población, deben ser el objetivo a largo plazo para el control de la rabia. La eutanasia solo debe ser utilizada como último recurso en áreas donde exista un riesgo significativo de rabia.
- La WVA cree que existen algunas situaciones en las que la inmunización frente al virus de la rabia debe extenderse también al ganado doméstico.
- En aquellos lugares donde se sabe que existen mamíferos salvajes que son potenciales reservorios o vectores del virus de la rabia y existe un sistema efectivo de administración oral de la vacuna, la WVA anima a que se implementen programas de vacunación oral para el control, eliminación y erradicación del virus de la rabia en animales salvajes.
- La WVA apoya una estrategia con una base de comunidad y de colaboración público-privada, para mejorar el control de la rabia.
- Los veterinarios deben ejercer un papel clave activo en la educación de los ciudadanos sobre los riesgos de esta enfermedad vírica. Esto incluye la distribución de información de fácil lectura y comprensión, para evitar la exposición de las personas a animales rabiosos.
- Como trabajadores en “primera línea de fuego” en el campo de la salud animal, la WVA opina que los veterinarios y los ayudantes técnicos de veterinaria están expuestos a un mayor riesgo potencial de exposición al virus de la rabia y que se les debe considerar de forma prioritaria a la hora de recibir la vacuna y la profilaxis pre-exposición frente a la rabia, especialmente en áreas donde la enfermedad presenta una elevada prevalencia.