Evaluando la salud de nuestro animal de compañía en casa. 🐶🐱

A todos nos encanta ver a nuestras mascotas felices, comiendo bien y con energía. Pero a veces, sin darnos cuenta, pueden estar mostrando los primeros signos de que algo no va del todo bien. Por eso es importante aprender a reconocer esos pequeños cambios que pueden indicar una enfermedad antes de que se complique.

Muchos problemas comunes —como el sarro en los dientes o las encías inflamadas— suelen pasar desapercibidos hasta que ya están bastante avanzados. Y claro, cuanto antes los detectemos, más fácil será tratarlos.

Para hacerlo más sencillo, existe una forma de recordar qué revisar: la prueba “COODDP”. Este truco te ayuda a observar los principales cambios en tu perro o gato y detectar a tiempo cualquier señal rara.


Tú conoces mejor que nadie a tu mascota, así que si notas algo fuera de lo normal, presta atención. Cosas como pérdida de apetito, beber más agua de lo habitual, ganas de orinar con frecuencia, estar más agresivo o triste, o lamerse constantemente una zona, pueden ser señales de que algo no anda bien.
Si pasa algo así, lo mejor es llevarlo al veterinario para una revisión completa.


Revisa que los ojos sean simétricos y que no haya enrojecimiento, legañas raras o cambios en el color. Si tu mascota tiene mucho pelo alrededor de los ojos, hay más riesgo de que no notes a tiempo una irritación. Un vistazo rápido cada tanto puede evitar muchos problemas.


Fijate si sacude mucho la cabeza, se rasca las orejas o le duele cuando se las tocas. También pueden aparecer mal olor o secreciones.
Si las orejas tapan el oído, levántalas y mira dentro, pero sin meter nada en el canal auditivo a menos que tu veterinario te lo indique.


El mal aliento no es algo “normal” en perros o gatos —muchas veces indica problemas dentales o de encías—.
De vez en cuando, levanta el labio y mira si los dientes están limpios y las encías tienen buen color. Con revisarlo una o dos veces al año alcanza. (Ojo con los gatos, que no siempre se dejan revisar).


Las uñas también necesitan atención. En los gatos, normalmente se desgastan solas, pero en los mayores pueden crecer demasiado y clavarse.
En perros que no caminan mucho o viven en interiores, hay que cortarlas cada tanto. Si escuchas el “clic clic” al caminar sobre el suelo, ¡toca recorte!
Eso sí, si vas a hacerlo tú, pídele a tu veterinario que te enseñe para evitar cortes o sangrados.


La piel dice mucho sobre la salud. Dedícale unos minutos cada tanto a revisar si tiene zonas sin pelo, bultitos o irritaciones.
Un buen cepillado ayuda a mantener el pelo sano y te permite palpar mejor la piel. Hazlo con calma, como si le dieras un masaje: desde la cabeza hasta la cola, y luego cada pata. Además de revisar, ¡seguro le encanta!


Cuidar de tu mascota también es aprender a observarla. Con estos pasos simples, puedes detectar cualquier cosa rara a tiempo y evitar problemas mayores. 💚

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