La dermatitis atómica canina (DAC) es una causa muy frecuente de consulta en la clínica diaria.

Se puede definir como una hipersensibilidad cutánea a alergenos de tipo ambiental, que se caracteriza por signos inflamatorios (eritema cutáneo) y un alto grado de prurito.

La etiología y patogenia de esta enfermedad es muy compleja y está determinada tanto por factores intrínsecos como extrínsecos.

Factores intrínsecos

El hecho de la existencia de una predisposición racial hace sospechar de la gran importancia de los factores genéticos, ejemplo de ello es el caso de perros Beagle donde hay una predisposición hereditaria unida a un gen autosómico recesivo que da lugar a una elevada producción de IgE.

La IgE juega un papel muy importante por interacción con los alergenos. También juegan un papel muy importante un gran número de mediadores de la inflamación:

  • histamina
  • serotonina
  • leucotrienos
  • citocinas

No se sabe cual de ellos juega un papel más relevante clínicamente, seguramente la combinación de todos ellos sea el responsable de la sintomatología.

Factores extrínsecos

Se consideran responsables de DAC un gran número de alergenos medioambientales:

  • alergenos estacionales (pólenes de gramíneas, herbáceas y árboles)
  • no estacionales (ácaros del polvo, escamas, hongos, mohos, telas, otros insectos aparte de las pulgas…).

Aunque se han llevado a cabo numerosos estudios es difícil realizar comparaciones; así pues se ha visto que los ácaros del polvo y antígenos epidérmicos parecen tener importancia como causa de DAC tanto en USA como en Europa mientras que pólenes y mohos parecen tener mayor importancia en USA que en Europa.

Es probable que los alergenos penetren en el organismo por vía percutánea aunque no se descartan la vía respiratoria y digestiva totalmente. Los ácaros del polvo de casa y sus alergenos se pueden encontrar alrededor de perros y también en la piel y el pelo de ellos.

En los perros y los hombres, la dermatitis atópica favorece la evolución de infecciones estafiilocócicas o por Malassezia, por diferentes mecanismos.

Además las infecciones bacterianas pueden desencadenar y mantener el cuadro clínico y sintomatología del DAC y también dar lugar a la perpetuación de la reacción inmunológica del proceso alérgico.

Muchos estudios demuestran claramente que DAC predispone a la dermatitis por alergia a las picaduras de pulga (DAPP), una enfermedad habitual en países desarrollados, pero lo contrario no es verdad.

Cuadro Clínico y Diagnóstico del DAC

Se considera un perro atópico si se da la presencia de al menos 3 de los criterios mayores y 3 de los menores que se citan a continuación:

Criterios mayores

  • Prurito
  • Compromiso facial, digital o ambos
  • Liquenificación de la superficie posterior del carpo o anterior del tarso
  • Dermatitis recurrente o crónicamente recurrente
  • Antecedentes individuales o familiares de atopia
  • Predisposición racial.

Criterios menores

  • Inicio de los signos antes de los tres años de edad
  • Pruebas intradérmicas positivas a alergenos inhalantes
  • Niveles elevados de IgGd específicos de alergenos
  • Niveles elevados de IgE específicos de alergenos
  • Pioderma superficial estafilocócica recurrente
  • Infección por Malassezia
  • Otitis externa bilateral recurrente
  • Conjuntivitis bilateral recurrente
  • Eritema facial y queilitis
  • Xerosis
  • Hiperhidrosis.

 Porque no hay un camino ni concreto ni definido para el diagnóstico de la DAC, el verdadero espectro de signos clínicos de la DAC puede considerarse como conocidos sin exactitud. – Griffin y DeBoer 2001


Manejo a largo plazo del Paciente Atópico

Tratamiento de las dermatosis relacionadas o secundarias a la dermatitis atópica

Tratamiento frente a las infecciones

Un tratamiento adecuado frente a las infecciones secundarias, basado en antibióticos sistémicos así como tópicos, puede conseguir un estado casi normal del animal.

Tratamiento de la dermatitis alérgica a las picaduras de pulga

Un buen control sobre las pulgas puede acabar con la dermatitis alérgica a las picaduras de pulga y por lo tanto en ciertos casos se puede conseguir que el perro esté por debajo del umbral del prurito; en estos casos no es necesario el tratamiento de la atopía si no son obvios los signos clínicos. Si no fuera el caso se debería tratar mientras se lleva a cabo un tratamiento antiparasitario estricto.

Manejo de la reacción alimentaria

Se discute sobre la similitud de la intolerancia alimenticia y la DAC y llevar a cabo una dieta de eliminación es relativamente fácil.

Tratamiento de la queratoseborrea

Puede presentarse un cuadro de queratoseborrea, especialmente en casos crónicos. El tratamiento es principalmente tópico aunque los ácidos grasos esenciales por vía oral tienen su utilidad. Los champús y los humectantes son útiles en la terapia de la queratoseborrea.

Tratamiento de la otitis externa

La otitis externa es uno de los rasgos del DAC que cursa con inflamación del conducto auditivo externo y pabellón auricular. De forma secundaria se dan infecciones bacterianas y fúngicas y la persistencia de factores como la hiperplasia de la epidermis y la secreción de las glándulas sebáceas y apocrinas llevan a una cronicidad.

Tratamiento Específico

Evitar el contacto con los alergenos

Es en teoría el tratamiento de elección y el ideal para todos los casos de dermatitis alérgica. Evitar totalmente los alergenos podrá permitir que el animal se sitúe por debajo de su umbral del prurito, que se corresponde con el umbral alérgico. Esto es muy difícil llevarlo a cabo en el caso de los pólenes, sin embargo es posible en otros casos como las plumas (almohadas, aves…) y tejidos.

Levaduras y mohos pueden controlarse con un manejo adecuado como por ejemplo la utilización de spray antifúngico o pinturas antimoho. Sin embargo el papel de estos alergenos en la dermatitis atópica del perro es mínimo y la importancia de plumas y tejidos radica en que son una fuente de ácaros del polvo.

Hay varias medidas contra los ácaros del polvo y se deberían utilizar en el caso del perro atópico: eliminar las tapicerías, alfombras, cortinas, cojines…, aspirar con una aspiradora con un filtro de alta eficacia, que no permita partículas suspendidas en el aire, utilizar aparatos purficadores del aire, sprays acaricidas, nebulizadores (muchas contienen sustancias IGR y agentes desnaturalizantes, como ácido tánico que es muy eficiente, frente a heces de ácaros y también esporas), utilizar pinturas antiácaros (también insecticidas y antimohos), utilizar cojines o fundas que se puedan lavar a temperaturas elevadas y utilizar fundas para asmáticos si fuera necesario (por ejemplo a base de teflón, aunque tienen un costo elevado).

Inmunoterapia específica

Los primeros casos en perros se documentaron en los años 40, el método se expandió en los 60 en América del Norte y en los 80 en Europa. La primera explicación de la eficacia de la desensibilización en humana fue la producción de IgG bloqueantes que se unían al alergeno antes de que se una a la IgE.

La elección de alergenos principalmente depende de los resultados de las pruebas in vivo o in vitro. Las pruebas intradérmicas representan la referencia para identificar los alergenos responsables si se llevan a cabo correctamente. También se pueden realizar pruebas en sangre. Se prefiere el uso de alergenos estandarizados biológicamente incluso al uso de técnicas humanas.

La variabilidad de resultados depende de la edad del animal, los criterios diagnósticos, los criterios de evaluación (seguimiento telefónico, “scoring” clínico), duración del seguimiento, contabilización como fracasos de los casos que no vuelven.

Hoy en día se considera por estudios realizados 50-80% responde a la inmunoterapia

Tratamiento Sintomático

El tratamiento sintomático es útil al comienzo de la inmunoterapia (dentro del primer año en casos exitosos) o en largos periodos en casos fallidos (total o parcial) o incluso en aquellos casos en los que la inmunoterapia no se considera porque el propietario demuestra resistencia, en animales viejos o cuando la clínica no es preocupante y cursa con pocos síntomas.

1. Glucocorticoides

Son los fármacos más efectivos para el tratamiento sintomático de las dermatitis alérgicas. Tienen un gran efecto antipruriginoso y antiinflamatorio, actúan casi a nivel de todas las fases inflamatorias e inmunológicas.

Su efecto, sin embargo, es muy variable: un paciente puede responder de diferente manera a distintos corticoesteroides y el mismo paciente puede responder de diferente manera frente a un único corticoesteroide.

El efecto disminuye con el tiempo y se necesitan dosis más elevadas. Se pueden utilizar de forma tópica o sistémica. La aplicación tópica es de valor limitado por el pelo pero podría ser interesante en unos casos de DAC (champús, sprays…).

La terapia sistémica debería limitarse a la administración oral de prednisolona o metilprednisolona.

La administración de corticoesteroides tiene efectos secundarios bien conocidos: hay que usarlos lo menos posible a las dosis más bajas posible, preferentemente en días alternos y solo si se han considerado insuficientes las alternativas antipruriginosas.

2. Sustancias no esteroides de uso tópico

Debido a la penetración de los alergenos por vía transcutánea en la piel el efecto de eliminación de los champús probablemente sea beneficioso. Los champús antiseborréicos, sprays y humectantes se pueden usar en el tratamiento de la xerosis. Algunos de ellos contienen extractos coloidales de avena con efecto antipruriginoso.

3. Antihistamínicos

Los antihistamínicos H1 pueden ser de utilidad, mientras que los H2 son ineficaces. Se ha realizado un gran número de estudios pero no hay evidencias suficientes que concluyan sobre la eficacia de los antihistamínicos en el tratamiento de DAC.

Quizá los productos de mayor eficacia sean: clemastina, clorfeniramina, hydroxyzina, oxatomida y difenhidramina con un resultado de 20-30%.

4. Ácidos grasos esenciales

Han sido objeto de muchos estudios. Los ácidos grasos estudiados son poliinsaturados, administrados por vía oral, especialmente el ácido eicosapentanoico (que es un omega 3) y el ácido gamma linoleíco (que es un omega 6).

Estos ácidos grasos esenciales compiten con el ácido araquidónico en la cascada de síntesis de eicosanoides donde se forman leucotrienos y prostaglandinas con actividad anti-inflamatoria o al menos con acción proinflamatoria que es bastante menos significativa que la observada con metabolitos producidos del ácido araquidónico. Las dosis son variables y empíricas.

5. Antiinflamatorios no esteroideos

Antidepresivos: Fluoxetina, agente antidepresor que inhibe la captura de la serotonina y amitriptilina, agente antidepresivo tricíclico con acción antiH1 tienen una eficacia moderada que da unos resultados buenos comparables con los mejores antihistamínicos (20-30%).

Inhibidores de leucotrienos: Se han utilizado en algunos estudios.

Inhibidores de la fosfodiesterasa: la arofilina ha demostrado una eficacia moderada pero mala tolerancia en un estudio comparativo y la pentoxifilina ha sido relativamente poco eficaz

Macrólidos inmunorreguladores: la ciclosporina (por vía oral) es una droga realmente efectiva en el tratamiento de DAC.

6. Oclacitinib maleato

Apoquel®  es un producto que está indicado para el tratamiento del prurito asociado con dermatitis alérgica y las manifestaciones clínicas de la dermatitis atópica en perros. Es un innovador producto que supone una revolución en el tratamiento del picor y la inflamación.

Apoquel es el resultado de importantes hallazgos científicos, tras más de una década de investigación y dedicación. Es el primer inhibidor de la quinasa Janus (JAK) aprobado para su uso en medicina veterinaria.

7. Terapia con anticuerpos monoclonales

Cytopoint® es un anticuerpo monoclonal que se dirige y neutraliza específicamente la IL-31 canina, una importante citoquina, implicada en el envío de la señal de picor al cerebro en la dermatitis atópica.

Funciona como un anticuerpo natural, eliminándose a través de las vías habituales de degradación de las proteínas, no afectando por tanto ni a hígado ni a riñón. No se conocen interacciones farmacológicas por lo que pueden usarse incluso el mismo día de la vacuna. Para perros de todas las edades de más de 3 Kg de peso (excepto en gestantes o lactantes) y sin ningún tipo de restricción con enfermedades concomitantes .

Se usa de forma subcutánea y su aplicación es de una vez al mes, empezando a actuar desde el primer día, tantas veces como sea necesario.

Cada caso es diferente y cada caso merece una terapia combinada que englobe un tratamiento de las complicaciones secundarias, medidas para evitar el contacto con los alergenos, inmunoterapia específica y terapia sintomática. Esto es la clave del éxito.